martes, 31 de enero de 2012

NUEVO SORTEO, HASTA EL 13/02/2012

¡¡¡¡¡¡ SORTEAMOS A ESTE PRECIOSO PELUCHE !!!!!!





PRECIOSO PELUCHE DE ELEFANTITO.

HECHO EN MATERIAS DE PRIMERA CALIDAD, SUAVES, Y RESISTENTES.

ES IDEAL PARA ACOMPAÑAR A LOS MAS PEQUES DE LA CASA EN SUS PRIMEROS MOMENTOS.

ES EL COMPAÑERO IDEAL DE JUEGOS, POR SUS COLORES, TACTO Y TAMAÑO.

UNA VEZ QUE LO TENGA TU PEQUE NO QUERRA OTRO PELUCHITO.





El sorteo comienza hoy y terminará el dia 13 de Febrero de 2012


CONDICIONES DEL SORTEO:

  1.  Suscribirse al newsletter de La tienda del bebe
  2.  Hacerse fan de   Facebook.
  3.  Dejar un comentario en nuestro muro de Facebook  del producto que más les gusta de la tienda del bebe diciendo que vienen del blog de la tienda del bebe.
  4. El nombre del ganador/a lo haremos publico en nuestro muro de Facebook    el dia 13 de Febrero de 2012
  5. El ganador deberá cumplir los requisitos de los puntos 1, 2 y 3, y ponerse en contacto con nosotros para facilitarnos sus datos en un plazo maximo de 3 dias despues que finalizar el sorteo, (es decir, antes del dia 17 de febrero de 2012) en caso contrario , lo volveremos a sortear.

¡¡¡¡¡¡ Si invitas a 10 o mas amigos tienes el doble de posibilidad de ganar el premio !!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ A QUE ESPERAS, APUNTATE !!!!!!!!!!!!!!!!!






lunes, 30 de enero de 2012

MI HIJO TIENE FIEBRE, QUE HAGO???

QUE HACER CUANDO UN NIÑO TIENE FIEBRE

La fiebre en el niño se define como la elevación de la temperatura corporal por encima de los 37ºC. Diversos factores pueden producir variaciones significativas en la misma, como la ingestión de alimentos, la actividad física, las emociones, la temperatura ambiente o los vestidos. Además, desde la época de lactante hasta los seis años, la temperatura central (rectal) es algo más alta que en el adulto, pudiendo alcanzar cifras de 37,5 ºC y ser completamente normal.

Existen dos métodos para medir la temperatura corporal. La toma de temperatura periférica, que se realiza en un pliegue cutáneo (axila o ingle) durante cuatro minutos, y la toma de temperatura central, que se realiza en la boca o en el ano, durante un minuto, y luego se descuenta medio grado.

Síntomas
La fiebre en el niño produce afectación del estado general, decaimiento, a veces excitación, aumento del número de respiraciones y de la frecuencia cardiaca y tendencia a la deshidratación.

El origen de la fiebre en el niño suele ser una enfermedad infecciosa, ya sea vírica o bacteriana y, por lo tanto, los síntomas de la fiebre se suman a los de la infección.

¿Qué hacer?
Con independencia del tratamiento de la enfermedad que originó la fiebre (infección, golpe de calor, etcétera), debemos procurar normalizar la temperatura lo antes posible.
Se debe mantener al niño poco abrigado, en ambiente fresco y en penumbra. Las friegas de agua tibia con alcohol rebajado suelen ser eficaces, y el baño en agua progresivamente enfriada, también lo es.

La medicación por vía oral o rectal se reduce casi a tres medicamentos: paracetamol, ibuprofeno y el metamizol.

Además, si el niño está con fiebre, se debe procurar:
  • No forzarle a comer, pues el riesgo de vómito es mayor.

  • Mantenerle con poca ropa.

  • Ofrecerle líquidos (agua, zumos) con frecuencia.

  • Mantenerle en lugar fresco y seco, a ser posible en penumbra.

  • Ponerse en contacto con el pediatra.




  • Dr Eduardo Junco.




















    viernes, 27 de enero de 2012

    MITOS Y ERRORES SOBRE LA ALIMENTACIÓN


    ALGUNOS MITOS E IDEAS ERRÓNEAS SOBRE ALIMENTACIÓN


    NO HAY ALIMENTOS BUENOS O MALOS SINO UNA DIETA BIEN O MAL EQUILIBRADA


    ¿Es preferible el yogur natural o el de sabores?
    Los yogures son alimentos ricos en calcio, vitaminas del grupo B y proteínas de alto valor biológico.
    Conservan todas las propiedades de la leche, siendo su digestibilidad mayor que la de ésta.
    Desde el punto de vista nutricional el yogur natural y los yogures con sabores son similares.
    Cuando se añaden aditivos alimentarios autorizados como colorantes o saborizantes sólo se modifica su aspecto, pero no su valor nutricional. Por otra parte, tales aditivos son innecesarios.

    Alimentos enriquecidos con otros ingredientes alimenticios.
    En el mercado se encuentran a menudo alimentos que se publicitan resaltando su enriquecimiento con otros ingredientes alimenticios. Algunos ejemplos son:
    • Alimentos infantiles a base de cereales con otros ingredientes alimenticios como miel, fresa o cacao. Puesto que estos alimentos añadidos pueden causar alergias, no es aconsejable su consumo.
    • Leche enriquecida con calcio. No existen razones para recomendar a esta población el consumo de leche enriquecida con calcio ya que la leche por sí misma es rica en este mineral, y la mayoría de los niños y niñas toman leche o sus derivados. Los requerimientos de calcio están cubiertos con una dieta equilibrada.
    • Zumos con leche. Teniendo en cuenta la escasa proporción de leche que contienen, y que los zumos no se recomiendan en esta edad, son productos no aconsejados.


    ¿De postre da igual tomar un lácteo que una fruta?.
    La fruta es una fuente importante de vitaminas, entre ellas de vitamina C que ayuda a asimilar el hierro procedente de otros alimentos. También aporta fibra.
    Los derivados de la leche como los yogures o las natillas aportan calcio, vitaminas, proteínas, hidratos de carbono y grasas. Por tanto no son equivalentes.
    Teniendo en cuenta que los niños y niñas suelen tomar abundantes productos lácteos a lo largo del día, conviene que su postre habitual sea la fruta.

    ¿Los zumos son equivalentes a la fruta?
    Los zumos de fruta recién hechos proporcionan las vitaminas y minerales de la fruta de la que proceden, pero no la fibra. Los zumos comerciales pueden llevar incorporados azúcar (sacarosa), u otros azúcares (jarabe de glucosa...), perdiendo en su elaboración gran parte de sus vitaminas.

    Los zumos de fruta natural, hechos en casa y tomados de forma inmediata son preferibles a los comerciales. Sin embargo, actualmente no se recomienda dar más de 180 ml /día a los niños y niñas menores de 6 años, por las siguientes razones:
    • Contribuyen al desarrollo de caries
    • Pueden desplazar a otros alimentos de la dieta, dando lugar a una nutrición deficiente y a retraso de crecimiento.
    • Pueden contribuir al sobrepeso.
    • Pueden producir trastornos gastrointestinales y diarrea

    ¿Las chucherías también alimentan?
    Aunque aportan calorías, su contenido en nutrientes es muy desequilibrado.
    En su composición intervienen fundamentalmente azúcares y, en ocasiones, grasas y sal.
    Como se ha indicado, el consumo excesivo de productos azucarados y grasas junto con determinados hábitos sedentarios puede conducir a la obesidad.

    Fórmulas de junior y leches “de crecimiento”.
    Se fabrican haciendo pequeñas modificaciones en la leche de vaca. En general, contienen más azúcares, un suplemento de hierro y se sustituyen parte de las grasas animales por otras vegetales (ácido linoleico). No hay un fundamento serio para recomendarlas si la dieta es variada y equilibrada.












    jueves, 26 de enero de 2012

    RECOMENDACIONES DIETETICAS


     RECOMENDACIONES DIETÉTICAS 


    EN CASO DE DIARREA


    Se llama diarrea al aumento del número de deposiciones habituales diarias que además son de consistencia semilíquida o líquida.
    Es normal que los bebés amamantados hagan deposiciones semilíquidas después de cada comida por el reflejo gastro-duodeno-cólico. Durante el primer mes de vida suelen hacerlo varias veces al día, por tanto, en esa época de la vida no se considera diarrea hacer tantas deposiciones como tomas. En otras edades también puede ser normal defecar después de cada comida.

    ¿Qué hacer?
    • Si el bebé está tomando el pecho, continuar igual. Ofrecérselo a demanda.
    • Si toma biberones, seguir igual sin rebajar la concentración. En caso de que exista el riesgo de deshidratación, se puede ofrecer entre las tomas una solución de rehidratación oral comercial.
    • Si toma ya alimentación complementaria habrá que REHIDRATAR al bebé, sobre todo si vomita, con una solución de rehidratación oral. Y conviene darle de comer en cuanto lo admita, utilizando para ello leche materna o fórmula infantil a dilución normal y el resto de los alimentos que acostumbraba antes, sin restricciones.
    • Si el niño o niña es mayorcito y come de todo, conviene rehidratar con solución de rehidratación oral comercial. Si no lo quiere: agua. Siempre a pequeñas cantidades, para evitar que la vomite. No se deben utilizar para esto ni refrescos ni soluciones caseras. En cuanto tenga apetito se puede ofrecer una dieta variada, sin restricciones.


    Aunque vomite repetidamente, se debe seguir ofreciendo tragos de solución rehidratación
    oral (o el pecho) cada pocos minutos. Dejar sin beber durante horas a un niño o niña con diarrea y vómitos es peligroso y puede provocar una grave deshidratación.
    En cualquier caso, hay que consultar al pediatra si se acompaña de fiebre o pérdida de peso.


    EN CASO DE ESTREÑIMIENTO

    Se llama así a la emisión de deposiciones duras, con dolor al defecar y en menor número de lo habitual. El caso extremo es la imposibilidad de eliminar un bolo fecal grande y duro.
    A partir del mes de edad, muchos bebés amamantados expulsan heces blandas pero cada 2-4 ó 6 días (o incluso más) sin que sea esto un verdadero estreñimiento, y no requieren ningún tratamiento ni manipulación.

    ¿Qué hacer?
    Si el bebé toma fórmula artificial: A veces basta con añadir un poco más de agua en cada biberón (unos 10 c.c. más por cada toma). O bien ofrecerle agua entre las tomas.
    Si ya toma alimentación complementaria:
    • Utilizar para el puré, lentejas, guisantes, soja o verduras verdes con la carne o el pescado.
    • Ofrecer frutas, por su riqueza en fibra.
    • Cereales integrales (si ya toma gluten).
    • En los niños y niñas de más de 2 años:
    • Ofrecer una dieta rica en fibra.
    • Evitar el exceso de leche y derivados.
    • Animar al niño o niña a beber agua entre horas.
    • Facilitar ir al baño cuando el niño sienta la necesidad de defecar, sin apresuramiento, asegurándose de que pueda apoyar los pies.
    • Aplicar una crema para lubricar el ano antes y después de defecar.
    • Las claves para prevenir el estreñimiento:
    • Tomar diariamente alimentos ricos en fibra (frutas, verduras, legumbres y cereales integrales)
    • Beber agua.
    • Favorecer juegos activos (evitar vida demasiado sedentaria).
    • Favorecer que el niño o niña aprenda a percibir las señales del intestino y pueda responder a ellas, evacuando regularmente las heces, pues si las retiene de forma repetida, se puede dilatar el colon sigmoide y se retrasa la evacuación cada vez más de modo que, cuando ésta ya es imperiosa, el bolo fecal puede ser demasiado grande y originar dolor anal al niño o niña.










    miércoles, 25 de enero de 2012

    LA ALIMENTACIÓN DE 2 A 3 AÑOS ( I )


    ALIMENTACIÓN DE LOS 2 A 3 AÑOS










    Los niños y niñas de esta edad pueden tomar la misma alimentación que los adultos de su familia, procurando que sea una dieta variada y nutritiva.
    Las recomendaciones sobre alimentación saludable son parecidas para todas las edades, con algunas salvedades:
    Los niños y niñas de esta edad necesitan tomar alimentos ricos en energía.
    Los niños y niñas que tomen leche de vaca, la tomarán entera hasta los 2 ó 3 años.
    Después pueden tomarla semidesnatada. Mientras dura el crecimiento, y salvo algún caso concreto, no es aconsejable que los niños y niñas tomen leche desnatada puesto que se limitaría la absorción de cantidad suficiente de vitaminas A y D.
    Pueden tomar diariamente alimentos proteicos como las carnes, pescados y huevos, sin limitar las cantidades.

    Se puede y debe tomar a diario verduras y frutas frescas, y alguno/s de los siguientes alimentos:
    hortalizas, patatas, legumbres, arroz, pasta, pan.
    No se debe abusar de frituras, chacinas muy grasas y chocolate.

    Los dulces, especialmente los industriales, y todo tipo de chucherías deben ser restringidos al máximo.
    Se deben evitar los frutos secos hasta los cuatro años, por el peligro de atragantamiento.
    Es importante hacer comidas familiares, ya que la alimentación tiene un carácter social y de relación, y si bien los horarios son útiles para las personas adultas, a los niños y niñas se les debe permitir adaptarse a ellos poco a poco, ya que sus características fisiológicas no se benefician de ningún tipo de rigidez.
    Con respecto al comportamiento durante las comidas, conviene recordar lo descrito en párrafos anteriores.















    martes, 24 de enero de 2012

    LA ALIMENTACIÓN DE 1 A 2 AÑOS ( II )


    COMPORTAMIENTO NORMAL DE LOS NIÑOS PEQUEÑOS EN RELACIÓN CON LA ALIMENTACIÓN.



    Los niños y niñas de esta edad son poco proclives a las “buenas maneras” a la hora de comer.
    Su conducta parece “caprichosa” ante los ojos de los adultos. Sin embargo, es completamente NORMAL desde el punto de vista evolutivo dado que:
    No tienen mucho apetito (a partir de los 18-24 meses disminuye notablemente la necesidad de energía para el crecimiento, puesto que éste es más lento).
    Tienen una necesidad imperiosa de explorar con sus propios sentidos todo lo que tocan, incluida la comida.
    La experimentación constituye un incentivo y por tanto es mejor utilizarla “a favor” que oponerse y tratar de imponer reglas.
    El juego para ellos es una obligación y una necesidad, puesto que constituye la mejor manera para aprender.
    También necesitan practicar. Las habilidades no se adquieren de golpe, sino de forma progresiva, seguramente después de varios intentos.

    Ejemplos de algunas ideas prácticas para hacer más sencilla la hora de comer con niños y niñas pequeños:
    Conviene estimularles a que coman por sí solos, aunque sea con los dedos. Para eso es mejor utilizar alimentos que sean semisólidos: plátanos, tortas de maíz, pan en trocitos, arroz cocido...
    Aunque sea mas lento, o haya que limpiar después, conviene permitir que el niño o niña emplee sus habilidades.

    Es más importante prestar interés al proceso de aprendizaje del niño o niña que a la suciedad o el desorden.
    Es adecuado permitir un cierto margen de elección con la comida. La responsabilidad de los padres es ofrecer alimentos saludables, y la de las niñas y los niños, decidir si quieren comer o no, y la cantidad que toman.
    No hay que enfadarse si los niños o niñas se manchan la ropa, si tiran comida o si derraman algo. No es voluntario. Por su edad no tienen aún la capacidad de controlar todos sus movimientos de forma perfecta. Pero se les puede ir enseñando cómo se limpia.
    Si el niño o niña tira la comida de forma reiterada, posiblemente sea un juego y también la señal de que ya no quiere comer más.
    Las porciones deben ser adecuadas a la edad del niño o de la niña. Se deben ofrecer porciones pequeñas, con la posibilidad de pedir más si sigue hambriento/a. Una guía general puede ser 1 cucharada de cada alimento por cada año de edad. Le seguiremos ofreciendo alimentos hasta que ya no quiera más. En caso de que quieran menos o no quieran, no se le debe forzar en modo alguno, ni con trucos, recompensas o sobornos, y por supuesto sin castigos, enfados ni humillaciones.
    No conviene apremiar a los niños o niñas a que acaben rápido de comer, y a aquéllos que lo hacen, se les debe entretener charlando entre bocado y bocado, sin alentar a que acaben los primeros. Los adultos a su vez, también deben comer sin apresurarse. Comer deprisa puede conducir a la obesidad.
    Es aconsejable desconectar la televisión durante las horas de comer y aprovechar para charlar con el niño o niña y con el resto de la familia. La TV atrapa la atención de niños y niñas y dificulta que aprendan a comer por sí solos. Por otra parte, cuando se come con la vista puesta en la TV, se suele comer más cantidad de la necesaria.

    Aproximadamente un tercio de las niñas y niños suelen comer cantidades pequeñas a la hora de las principales comidas, pero luego picotean entre horas. Suelen ser calificados como “malos comedores”. Sin embargo de este modo acaban ingiriendo las mismas calorías que los otros niños y niñas. Es una conducta normal. Parece estar relacionada con factores de su constitución y fisiología. Este patrón de conducta alimentaria debe ser respetado, puesto que limitarlo podría tener como consecuencia que el niño o niña no ingiera todo lo que necesita.
    Para permitirlo se deben ofrecer alimentos nutritivos y saludables a cualquier hora en que el niño o niña dé señales de hambre.
    Son frecuentes los “picos o manías de alimentos”. Se trata de la preferencia repetitiva de un mismo alimento en todas las tomas, durante un corto periodo de tiempo (p. ej. una semana).
    Como estos picos son de duración limitada, la ingesta se equilibra a lo largo del tiempo.
    El apetito de los niños y niñas varía no sólo con el ritmo de crecimiento y la actividad física, sino también con factores como cansancio, frustración, enfermedades menores, miedo y
    contexto social.
    Ha sido demostrado que los niños y niñas pequeños consumen cantidades adecuadas de nutrientes y energía si se asegura su acceso a una amplia variedad de alimentos de todos los grupos, evitando aquellos excesivamente dulces o salados o a los que se les ha añadido azúcar, edulcorantes o sal.

    Los padres y cuidadores deben reconocer y responder a las claves de hambre y saciedad de cada niña o niño, tanto verbales como no verbales (p. ej. Irritabilidad e inquietud como señales de hambre; volver la cabeza, rechazar la comida, dormirse o querer jugar como señales de saciedad). Cuando los progenitores asumen el control del tamaño de las comidas o presionan a los niños o niñas a comer, en lugar de permitirles que sean ellos quienes decidan en función de sus sensaciones internas de hambre y saciedad, la capacidad de los niños y niñas para regular la cantidad de comida se ve mermada.
    Por todo ello, uno de los mejores consejos con respecto a las prácticas de alimentación infantil continúa siendo la división de la responsabilidad entre padres e hijos, correspondiendo a los padres el presentar una variedad de alimentos saludables, y a los niños decidir si comen o no y la cantidad que toman.

    Por último, también conviene recordar unas pocas cosas que NO se deben hacer:
    • El abuso del consumo de alimentos azucarados tales como zumos o refrescos o batidos, especialmente entre horas. Es un riesgo para sus dientes, puede impedir que coman otros alimentos más nutritivos y puede producir trastornos nutricionales.
    • Premiar con dulces, regalar chucherías. Para los niños y niñas de cualquier edad, el mejor regalo o  premio es la atención solícita y sincera de una persona adulta, que le dedica unos minutos, un poco de charla, un cuento, una broma, le enseña un juego, o le muestra cómo es el mundo de su alrededor.







    lunes, 23 de enero de 2012

    LA ALIMENTACIÓN DE 1 A 2 AÑOS ( I )


     ALIMENTACIÓN DE 1 A 2 AÑOS:


    PAUTAS GENERALES
    A partir del año de edad, la dieta del niño o niña se va ampliando de forma progresiva, de manera que al cumplir los dos años, se vaya aproximando a la del resto de su familia. Es el momento de ir introduciendo los alimentos que aún no haya probado, tales como el pescado y el huevo.

    PESCADO
    Es un alimento rico en proteínas y vitaminas del grupo B. El pescado blanco y el azul se diferencian en su contenido graso. Se pueden tomar ambos.
    Se recomienda tomarlo a partir de los 12 meses.
    Se puede añadir al triturado de verduras, o tomarlo desmenuzado. Es importante que esté libre de espinas.

    HUEVOS
    Son ricos en proteínas y grasas, estas últimas están presentes en la yema.
    Se recomienda tomarlo a partir de los 12 meses. No es necesario comenzar con yema y más tarde con clara, sino que se pueden dar a la vez.
    No se recomienda que se consuma huevo crudo o parcialmente crudo (frito, pasado por agua, mayonesa casera...).


    LECHE
    El niño o niña que es alimentado con lactancia materna, no necesita tomar ningún otro tipo de leche, aunque después del año la puede tomar si lo desea.
    Se puede tomar leche entera de vaca y sus derivados, a partir del año, incluyendo todo tipo de yogures.

    AGUA Y BEBIDAS
    La única bebida necesaria es el agua. Los niños y niños deben poder beber agua siempre que lo deseen. Por el contrario, no se debe favorecer que tomen otras bebidas (zumos, batidos o refrescos).
    En lugar de dar toda la comida triturada ya se pueden utilizar alimentos blandos, que el niño o niña pueda coger con los dedos, como el arroz, trocitos de carne, plátano maduro, etc. O bien otros aplastados con el tenedor.
    La dieta será lo mas variada posible, al igual que la del resto de la familia. Se suele recomendar hacer tres comidas principales junto con varios tentempiés.
    Es importante el aporte diario de alimentos con fibra, no sólo por el beneficio que esto supone para que el hábito intestinal del niño o niña sea regular, sino por el papel que juega en la prevención de enfermedades gastrointestinales futuras.
    El niño o niña que es alimentado con lactancia materna, no necesita tomar ningún otro tipo de leche, aunque la puede tomar si la desea.

    No conviene que las niñas y niños menores de 6 años tomen más de 120-180 ml de zumos de fruta al día, y nunca entre comidas, ni antes de irse a dormir.

    APRENDIZAJE Y ADQUISICIÓN DE HABILIDADES
    Puesto que este año es una etapa de transición entre la alimentación “de bebé” y las comidas familiares normales, es recomendable favorecer que los niños y niñas aprendan:
    A comer con los dedos: Desde que los bebés muestran interés por el alimento de los demás y por los restos o migas que quedan en la mesa, están preparados para probar alimentos sólidos, y progresivamente para roerlos y manipularlos.
    Conviene permitir que exploren la comida con sus manos y boca. Por ejemplo: gajos de naranja, pan, galletas, trocitos de fruta blanda, pescado desmigado, queso, jamón cocido...
    En menores de tres años, el atragantamiento es un riesgo. Es más fácil que ocurra con alimentos en fragmentos pequeños, duros y/o resbaladizos, tales como frutos secos (pipas, cacahuetes, almendras, avellanas, o sus cáscaras), trozos de manzana, aceitunas...
    A usar el tenedor y la cuchara. Al principio lo hacen torpemente, se les vuelca la cuchara y se ensucian. Algunos trucos para iniciarlos en su manejo pueden ser:
    Practicar con alimentos espesos como el yogurt o puré, en un recipiente no muy lleno.
    Utilizar un babero grande o un delantal para evitar lavar toda la ropa.


    Al principio, darles un tenedor con el alimento ya ensartado, y más adelante permitir que lo usen ellos solos.
    A beber en vaso o taza. Esto suelen haberlo aprendido antes. Ahora son capaces de sujetar su vaso. Conviene que sea de plástico y de tamaño adecuado a sus manos. Las asas no son necesarias.
    Se les puede ofrecer en estos envases tanto el agua como la leche.
    El biberón se debe abandonar a lo largo de este año.
    A probar nuevos alimentos. A lo largo de este segundo año de vida se les pueden ofrecer todos los alimentos normales de la familia. Una buena oportunidad es mientras que la familia come alrededor de la mesa.
    Muchos niños y niñas de esta edad muestran apetencia por alimentos de sabor fuerte como el queso curado o el salmorejo... Si la iniciativa partió del niño o niña, es mucho más probable que le guste.

    COMUNICACIÓN
    La participación del niño o niña en la mesa familiar es una oportunidad para la interacción social, y debe hacerse tan a menudo como sea posible. Padres, madres, hijos e hijas deben comer juntos y procurar que ese momento sea agradable para todos, a ser posible sin ver la televisión para facilitar la comunicaión familiar.


    Durante las comidas, es conveniente que algún adulto o persona que cuida esté sentada junto al niño o niña y le ayude a mantener la atención, pero favoreciendo su autonomía














    viernes, 20 de enero de 2012

    PAPILLA CASERA


    RECETA DE PAPILLA CASERA

    Hoy en día, tenemos en el mercado fantásticos productos con una calidad máxima, pero nada es comparable al cariño que le ponemos a las cosas que hacemos en casa, además de elegir los productos personalmente.
    Esta sencillisima receta, esta recomendada a partir de los 6 meses, a vuestros bebés les encantará y vosotr@s tendreis la satisfacción de haberlo hecho con el máximo cariño.
    Papilla de pollo, verduras y arroz:
    Ingredientes:
    200 g de muslo de pollo sin piel ni grasa
    100 g de arroz blanco
    2 zanahorias
    2 calabacines
    2 tomates maduros
    Preparación:
    Escaldar los tomates, pelarlos y retirar las semillas.
    Cortar calabacines y zanahorias, no es necesario hacerlo en trozos pequeños, poner en una cacerola junto con el pollo y hervirlo.
    Hervir el arroz por espacio de 25 minutos, despues de hervido, lavalo con agua fria con el fin de quitarle el maximo almidon que habra soltado con la coccion.
    Mezclar todos los ingredientes y pasarlos por la batidora o pasapures, si quereis un resultado mas fino, lo podeis pasar por el chino.



    jueves, 19 de enero de 2012

    LA ALIMENTACION ( V )


    MENUS ORIENTATIVOS

























    OBSERVACIONES:

    Estos menús son solo orientativos.
    Se supone que los niños y niñas que asisten a Centros de Atención Socioeducativa no toman allí las cinco comidas descritas.
    Los padres y madres deben conocer qué han tomado sus hijos en el Centro de Atención
    Socioeducativa para completar la dieta diaria con variedad de alimentos, y pueden diseñar libremente el menú cuando están en su casa.
    Los niños y niñas amamantados pueden tomar el pecho tantas veces como quieran (aunque en los cuadros sólo aparecen 3 veces).
    El pecho se debe ofrecer antes de cada comida para asegurar que se mantiene la producción de leche y que el bebé toma cantidad suficiente de la misma. Algunos niños o niñas lo toman también después.
    Se debe permitir que los bebés tomen el pecho durante la noche cuantas veces quieran pues esto contribuye a mantener la producción láctea.
    A lo largo del día se puede permitir que los niños y niñas pequeños puedan tomar pequeñas porciones de otros alimentos adecuados a su edad, tales como: fruta en trocitos, leche materna, purés, jamón cocido picado, pan, alguna galleta …
    Se debe facilitar que los niños y niñas puedan beber agua siempre que lo deseen. Por el contrario no se deben ofrecer otras bebidas (batidos, zumos o refrescos).
    RECUERDE que... en la alimentación de las niñas y niños la responsabilidad debe ser compartida entre padres e hijos.
    Las obligaciones de los padres, madres y personas que cuidan con respecto de la alimentación infantil son:
    Elegir y preparar alimentos variados.
    Ofrecerlos.
    Ayudar con paciencia.
    Las obligaciones de los niños y niñas son:
    Decidir si quieren comer o no.
    Decidir los alimentos que quieren comer.
    Decidir cuánta cantidad quieren comer.


















    miércoles, 18 de enero de 2012

    LA ALIMENTACION ( IV )


    CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS


    LA CARNE
    Aporta proteínas, vitaminas del grupo B y hierro.
    Se puede mezclar con otros alimentos (legumbres, arroz, patatas u hortalizas) a partir de los 6 meses.
    Se puede utilizar cualquier tipo de carne: pollo, pavo, ternera, cordero, cerdo o caza.

    LEGUMBRES
    Lentejas, judías, garbanzos y soja pertenecen al grupo de las legumbres y son alimentos ricos en proteínas, hidratos de carbono complejos y fibra. Constituyen una fuente de hierro.
    Son muy adecuados para preparar purés.
    En ocasiones, la soja es responsable de alergia alimentaria.

    VERDURAS Y HORTALIZAS
    Son una interesante fuente de fibra, vitaminas y minerales.
    Debido a su escaso valor calórico solo deben añadirse en cantidades pequeñas, acompañando a otros alimentos tales como legumbres, arroz, patata y carne.
    Se cuecen con poca agua (mejor en olla exprés) para aprovechar los nutrientes que quedan en el caldo. Luego se trituran, añadiendo un poco de aceite. Se puede utilizar verduras de temporada o bien congeladas.
    Es preferible congelar el puré, que dejarlo varios días en la nevera, pues se pueden formar nitratos que pueden resultar perjudiciales para el bebé.


    FRUTAS
    Aportan vitaminas, minerales, azucares y fibra.
    Lo mejor es que sean frescas, no envasadas ni en polvo, ni otros derivados.
    Se puede triturar una sola o varias clases diferentes, según el gusto del bebé.
    No se deben añadir galletas, azúcar ni leche condensada.
    Algunas frutas pueden dar alergia, como el melocotón (su pelusilla) y las fresas. Por eso hay que esperar para dárselas a que cumpla el año.
    No se recomiendan dar zumos de frutas a los niños y niñas. Es preferible dar la fruta entera (en trocitos o triturada).

    CEREALES
    Son ricos en carbohidratos y contienen un pequeño porcentaje de proteínas, de valor biológico discreto.
    Los que no contienen gluten son el arroz y el maíz. El resto de los cereales sí lo contienen.
    Los productos con múltiples cereales no tienen ventajas sobre los que contienen solo uno.
    Los cereales se preparan en forma de papilla (espesa, para dar con cuchara).
    El pan, las galletas, el arroz y la pasta están hechos a base de cereales, y son una forma de darlos a los bebés.
    Se recomienda ofrecer este tipo de productos sin enriquecer con cacao ni miel, ni otros azucares.
    Los bebés que toman el pecho no necesitan tomar cereales con leche artificial. En caso
    de que se les quieran dar preparados de cereales en polvo, se pueden mezclar con caldo o agua. Pero también se puede añadir como ingrediente en los purés, o simplemente, esperar a que sean algo mayores y puedan tomar pan y galletas.

    Actualmente se recomienda introducir el gluten a partir de los 8 meses en bebés con lactancia artificial. Si toman lactancia materna, puede tomarlo antes si va a continuar al menos un mes más con la lactancia materna.

    LECHE
    El niño o niña que es alimentado con lactancia materna, no necesita tomar ningún otro tipo de leche, aunque después del año la puede tomar si lo desea.
    Se puede tomar leche entera de vaca y sus derivados, a partir del año, incluyendo todo tipo de yogures.

    AGUA
    Es un componente fundamental del organismo humano. El bebé lactante obtiene agua a partir de la leche (tanto de la materna como de la artificial correctamente reconstituida).
    Cuando ya toma otros alimentos distintos de la leche (carne, vegetales, etc) aunque éstos también contienen distintas proporciones de agua, puede ser necesario dar más agua, por lo que, a partir del inicio de la alimentación complementaria, se le ofrecerá a los bebés.
    El agua es la única bebida necesaria.

    SAL (Cloruro sódico)
    Se utiliza habitualmente en la condimentación de las comidas para potenciar el sabor de los alimentos. Sin embargo no se debe abusar de ella por su relación con enfermedades en la edad adulta. Para ello conviene acostumbrar a los niños y niñas a los sabores naturales.
    Además, todos los alimentos contienen diferentes cantidades de minerales por tanto el organismo obtiene el sodio y cloro que necesita a partir de ellos.

    En caso de utilizar sal, se debe adquirir la que esté suplementada con yodo porque este mineral no se obtiene con facilidad de otros alimentos (una fuente importante de yodo es el pescado).

    IMPORTANTE:
    Un aspecto importante de la alimentación infantil está relacionado con la adquisición de habilidades por el niño o niña, que le serán útiles para su propia autonomía, tales como: beber de un vaso, comer con cuchara, con los dedos, manipular y roer alimentos sólidos, estar en la mesa con el resto de la familia, etc.
    Además, las comidas son oportunidades para la comunicación. Por eso conviene:
    Sentarse junto al niño o niña al que se está alimentado.
    Ofrecer los alimentos de forma calmada y positiva.
    Permitir que experimente con ellos, que utilice sus manos o intente manipular los utensilios.
    Estar atentos a sus señales de saciedad (escupe la comida, vuelve la cabeza, quiere jugar, se duerme, ...).
    Favorecer que el niño o niña pequeño se siente a la mesa con el resto de la familia.









    martes, 17 de enero de 2012

    LA ALIMENTACION ( III )


    ALIMENTACIÓN DE LOS 6 MESES AL AÑO



    PAUTAS GENERALES:

    Actualmente se recomienda iniciar la alimentación complementaria a partir de los 6 meses. Los motivos para la introducción de la alimentación complementaria son de índole nutricional (puede ser necesario complementar la leche materna); de desarrollo fisiológico de diversas funciones, como la digestiva, renal e inmunológica, así como de madurez psicomotriz, cuando el niño o niña ya haya desarrollado las habilidades que le permitan un cierto control sobre la alimentación (p.ej. mantenerse sentado, aceptar la cuchara, mostrar interés por la comida y dar señales de hambre y saciedad).
    El tipo de alimento que se elige dependerá de la disponibilidad de alimentos locales, de las costumbres familiares y comunitarias y de la maduración de la niña o niño, así como de su aceptación de los alimentos que se la van ofreciendo.
    Los alimentos complementarios se ofrecen después de la leche materna o de la fórmula artificial, sin forzar al niño o niña, y en cantidad pequeña. La leche sigue siendo el principal alimento.
    Las primeras comidas con alimentos distintos a la leche materna, o sus sucedáneos artificiales, deben considerarse como la introducción a un nuevo modo de comer y no como un sustituto de la leche.

    Se recomienda introducir los alimentos de uno en uno, separados por un periodo de 7 a 10 días, para que en caso de que se presente algún tipo de alergia o intolerancia (erupciones cutáneas, diarrea,  roncoespasmo, llanto…) se pueda sospechar qué alimento es responsable.
    Se inicia con una cantidad pequeña, que se va aumentando poco a poco a lo largo de la semana, hasta llegar a la cantidad que el niño o niña quiera. Se repite el mismo alimento cada día hasta que llegue el momento de introducir otro. Cada nuevo alimento se puede dar solo o añadido a los ya introducidos previamente.
     Por ejemplo: Patata durante la primera semana. 
    Si no aparece ninguna reacción se añade un nuevo alimento al anterior, al principio en pequeña cantidad, que podría ser cualquier carne. De este modo podemos ofrecer una mezcla de patata y carne. Una semana más tarde se introduce un nuevo alimento, p. ej. Lentejas. Así podríamos ofrecer una mezcla de estos tres ingredientes, o de tan sólo dos, o de uno sólo, cambiando cada día.

    La elección de alimentos y el orden en que se introducen es indiferente y queda a elección de los  progenitores o cuidadores, con algunos datos a tener en cuenta:
    Los alimentos más alergénicos se retrasarán hasta el año de edad: pescados y mariscos, fresas, huevos, leche y derivados (incluyendo fórmula adaptada si el niño o niña está siendo amamantado)… Si existe historia familiar de alergia a determinados alimentos, se retrasará la introducción de los mismos hasta los dos o tres años.
    Se deben introducir precozmente alimentos ricos en hierro (carnes, legumbres…).
    Si el niño o niña rechaza un alimento, no se le debe forzar a tomarlo. Se puede volver a intentar más adelante.

    La variedad de alimentos se va ampliando progresivamente a lo largo del segundo semestre y primeros meses del 2º año.
    Este proceso será más fácil:
    Si existe una buena interrelación entre la persona que cuida y el niño o niña.
    Si se reconocen y respetan las señales de hambre y saciedad del bebé, ofreciendole alimentos
    cuando manifiesta interés, y sin insistir si sus gestos son de rechazo o saciedad.
    Si se admite que el rechazo a alimentos nuevos es normal, aunque suele ser temporal.
    Si se ofrecen alimentos con su sabor natural. Los niños y niñas tienen la capacidad de elegir por sí solos una dieta equilibrada. Los aditivos para acentuar sabores dulces o la incorporación de sal pueden engañar al paladar, y ello puede mermar dicha capacidad.

    Objetivos de la alimentación entre los 6 y 12 meses:
    De los 6 a los 12 meses, el objetivo es complementar la lactancia con entre una y tres tomas de alimentos complementarios.
    Asegurar una ingesta mínima de leche, que en el caso de lactancia natural sería a demanda y al menos de 5 a 7 tomas, y en la artificial al menos 500 ml de fórmula infantil.

    Mañana seguiremos con las caracteristicas de los alimentos.




















    lunes, 16 de enero de 2012

    LA ALIMENTACION ( II )


     ALIMENTACIÓN HASTA LOS 6 MESES

    LACTANCIA MATERNA O FÓRMULA DE INICIO
    La leche humana es el alimento óptimo para la alimentación del bebé, por su composición bioquímica y biológica inigualable, por sus propiedades nutritivas, y por su importancia en el desarrollo de diversas funciones biológicas en el niño y la niña, tales como la digestiva, inmunológica, neurológica, intelectual, etc. Además favorece de forma especial el vínculo materno- infantil.
    Existen sólidas bases científicas que demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para las niñas y los niños, para las madres y para la sociedad en conjunto, en todos los países del mundo, porque:

    PROTEGE A NIÑOS Y NIÑAS FRENTE A ENFERMEDADES PRESENTES Y FUTURAS.
    AYUDA A LA RECUPERACIÓN DE LAS MADRES DESPUÉS DEL PARTO, Y LAS PROTEGE
    DE ENFERMEDADES FUTURAS.
    ES ECOLÓGICA, HIGIENICA Y ECONOMICA.

    Por todas estas razones, se recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de la vida del niño o la niña y continuar el amamantamiento junto con las comidas complementarias adecuadas, hasta los dos años de edad como mínimo y hasta que la madre y su hija o hijo quieran.

    La puesta al pecho se iniciará lo más pronto posible, cuando las condiciones de la madre y el hijo o hija lo permitan. Lo ideal es que sea en la primera hora posterior al parto.
    La alimentación al pecho debe ser a demanda, para permitir la autorregulación entre las necesidades del bebé y la producción de leche en el pecho materno. Conviene asegurarse que en los primeros 40 días se realicen como mínimo 8 tomas o más.
    El bebé que es amamantado según su demanda no necesita tomar ningún otro líquido. Ni agua (salvo en caso de fiebre alta o diarrea intensa), ni zumos, ni infusiones. Ni tan siquiera en épocas de calor. La leche materna aporta cantidades equilibradas de agua y solutos en cualquier condición climática.
    Es recomendable que la madre durante este periodo no consuma sustancias tóxicas, tales como alcohol en cantidades excesivas (más de una copa de vino o un vaso de cerveza al día) y drogas. En el caso del tabaco, si la madre no puede dejar de fumar, la leche materna sigue siendo la mejor opción para alimentar al bebé, si bien no se debe fumar dentro de la habitación en que está el bebé.
    La mayoría de los fármacos son compatibles con la lactancia. En cualquier caso, se debe consultar con el médico.
    La alimentación de la madre que amamanta debe ser variada, equilibrada y nutritiva, al igual que para el resto de la población. Incluso si la dieta no es totalmente equilibrada, la leche materna sigue siendo la mejor opción para el bebé.


    El principal determinante de la producción de leche es la succión del bebé.
    Por eso hay que permitir que la lactancia sea a demanda: tantas veces como el niño o niña quiera, y con tomas que duren todo lo que él o ella desee.
    La composición de la leche materna es cambiante, adaptándose a las necesidades del bebé.
    En todo momento mantiene sus propiedades nutritivas, tanto tiempo como dure la lactancia.
    Para conseguir la iniciación de una buena alimentación natural, la lactancia materna debe ser un acto  deseado por la madre. Los problemas que a veces aparecen al inicio (dolor, grietas, llanto del bebe, …)  suelen tener solución en poco tiempo, lo que permite que la lactancia sea muy gratificante para la madre y el niño o niña.
    Cuando no se opte por la lactancia materna las fórmulas artificiales adecuadas para estos primeros meses son las llamadas de inicio, y como guía sobre las cantidades y tomas a ofrecer en este periodo puede servir las siguientes:

    1 mes : 7-8 tomas de 60-90 cc.
    1-2 meses: 7-8 tomas de 90-120 cc .
    2-3 meses: 6-7 de 120-150 cc.
    3-4 meses: 6-7 tomas de 150-180 cc.
    4-5 meses: 5-6 tomas de 180-210 cc.
    5-6 meses: 5 tomas de 210-250 cc.

    Estas cantidades son orientativas. Hay que permitir que cada bebé tome la cantidad que necesite, sin forzarle a que acabe los biberones, y permitiéndole que coma cada vez que lo pida, aunque no sea “la hora”.


    El biberón se preparará con las condiciones de asepsia adecuadas (manos y utensilios bien limpios). Por cada 30 c.c. de agua se añadirá un cacito raso y sin comprimir de fórmula .
    Para la preparación de los biberones se puede utilizar el agua potable de la red pública, ya que gracias a los controles sanitarios, se garantiza su seguridad. Cuando no sea posible, se aconseja utilizar la de uso habitual de la familia, evitando el consumo de aguas con alto contenido mineral. En niños y niñas menores de 6-8 meses es recomendable hervir el agua, para mayor garantía, pero sólo durante uno o dos minutos, para que no se concentren los minerales.
    Se debe medir el agua en el biberón antes de añadir la leche en polvo. Luego se agita para disolver el producto y homogenizar la temperatura.
    La tetina no debe tener orificio demasiado pequeño para evitar que el niño o niña tenga que realizar mucho esfuerzo para la extracción de leche y termine cansándose, ni tampoco demasiado grande que pueda provocar atragantamiento.
    Se deberá comprobar la temperatura de la fórmula antes de dar la toma, vertiendo unas gotas en el antebrazo.
    Hacia la mitad y al final de la toma, conviene incorporar al bebé unos pocos minutos para favorecerle el eructo. Pero si no eructa no hace falta insistir.
    Si los biberones están correctamente preparados, los niños y niñas alimentados con fórmulas artificiales tampoco necesitan tomar agua.


    ATENCIÓN: La alimentación del bebé no consiste sólo en ofrecer los alimentos necesarios para conseguir un óptimo estado nutricional, sino que además es una oportunidad para proporcionar otro tipo de estímulos muy importantes para su desarrollo y maduración.
    Tanto si el bebé toma el pecho como si es alimentado con biberón, conviene sujetarle cerca del cuerpo, en postura cómoda tanto para la persona que cuida como para el niño o niña. Así se sentirá seguro.
    Conviene sostener al bebé de forma que pueda mirar a la cara de quien le alimenta.
    Cuando el bebé deja de mamar del pecho o de succionar el biberón, es la señal de que ya está saciado o de que necesita descansar.
    MENORES AMAMANTADOS QUE ASISTEN A CENTROS DE ATENCIÓN SOCIOEDUCATIVA
    Aún en el caso de que un niño o niña amamantado tenga que separarse de su madre por unas horas al día es posible seguir manteniendo la lactancia materna. Dependerá de la edad del niño o niña y de cuanto tiempo pase en el centro.
    Hay varias maneras de proporcionar la leche materna a estos niños y niñas:
    Si a la madre le es posible, ella misma puede venir a amamantar al niño o niña al centro tantas veces como quiera o pueda.


    La madre puede dejar leche extraída, que la persona que cuida dará a la niña o niño cuando éste dé señales de tener hambre.
    Si el niño o niña es menor de 6 meses conviene que tome solo leche materna. Ésta se le puede administrar con una cucharita ó vasito, siendo preferible este último por su rapidez. Los bebés son capaces de beber de él con mucha facilidad, aún los más pequeños.
    El vaso es preferible al biberón como forma de proporcionar la leche, por varios motivos, entre los que figuran su limpieza más fácil y la menor probabilidad de que el niño o niña se acostumbre a biberones y rechace el pecho. Esto último es más probable que ocurra en los bebés más pequeños, menores de 2 meses. Después de esa edad, puede ocurrir, aunque es más
    raro. En cualquier caso, se deberá seguir el método que indique la madre.
    Generalmente la madre amamanta al bebé justo antes de dejarlo en el centro, o incluso puede hacerlo allí mismo, antes de marcharse, y si lo desea, también al recogerlo.
    La leche materna extraída se administrará al niño o niña cuando éste dé señales de tener hambre, hasta que muestre signos de saciedad, y tantas veces como lo pida.
    Es frecuente que los niños y niñas acepten tomar la leche de mano de la persona que cuida cuando no lo hacen de su madre, de la que prefieren el pecho. No es necesario por tanto acostumbrar al niño o niña con antelación a que tome la leche extraída, sino que es preferible que sea amamantado hasta el último día, y empiece a tomar leche extraída solo cuando la madre ya no pueda estar con ella o él, el mismo día que empiece a asistir al Centro.


    Algunos niños y niñas optan por dormir mientras sus madres no están. Luego recuperan el “tiempo perdido” cuando vuelven junto a ellas, por la tarde y por la noche. Muchas madres encuentran que pueden descansar lo que necesitan y a la vez satisfacer las necesidades de contacto físico y de leche materna de su hijo o hija, durmiendo en la misma cama con él o ella, compensando la obligada separación del día. Esta práctica no perjudica la salud física ni mental de la madre ni del niño o niña.
    A partir de los 6 meses, se puede dar una ó varias tomas de alimento complementario mientras el niño o niña permanece en el centro, continuando con pecho a demanda cuando esté con la madre.
    En el caso de que no se disponga de leche materna extraída, es preferible, en el bebé amamantado menor de 6 meses, adelantar la alimentación complementaria a los 4 meses en lugar de dar fórmula artificial.
    En cuanto a la cantidad a ofrecer al niño o niña, es muy variable. Al principio se ofrecerá una cantidad pequeña, por ejemplo unos 50 ml, aumentando de 50 en 50, hasta que el niño o niña quede saciado. De este modo se puede conocer qué cantidad prefiere cada niña o niño para las tomas sucesivas. Si el bebé ha tomado poca cantidad, luego suele recuperar cuando está con su madre, y puede mamar a demanda.
    Conservación y manipulación de la leche materna
    La leche recién extraída y guardada en un recipiente cerrado se mantiene a temperatura ambiente de 25º C o menor, durante 8 horas, y en el frigorífico a 4º C o menos, durante 48 horas.

    La leche congelada se conserva durante:
    2 semanas en congelador incluido dentro del frigorífico
    3 meses en el congelador de puerta separada del frigorífico
    6 a 12 meses en congelador con temperatura de -18ºC o -20 ºC
    Para descongelar la leche es preferible hacerlo de forma rápida, introduciendo el recipiente cerrado en agua caliente o tibia, o bajo el chorro de agua caliente. Conviene agitar el envase a menudo para que se iguale la temperatura. No se debe hervir ni calentar en microondas.
    No es necesario que alcance temperatura elevada, sino que basta con que esté tibia.
    La leche que ha sido descongelada y calentada se conserva a temperatura ambiente durante 1-2 horas, o en el frigorífico hasta 24 horas. Estos tiempos son aproximados.
    No se debe volver a congelar la leche que ha sido descongelada.
    La leche que sobra de una toma se debe desechar.